Reseña

En estricto rigor, éste no es un libro académico. Se desilusionará al lector que busque certezas en estas páginas. Tampoco quedará satisfecho el que busque soluciones. Los tiempos están muy difíciles como para tener la arrogancia de plantearlo de esta manera y te recomiendo que huyas de todo aquel que le venda remedios sencillos. El mundo ha cambiado y mucho. Les aseguro que las antiguas verdades ya no lo son tanto. Ahora, el que busca tranquilidad y estabilidad comete un error garrafal. Es muy fácil confundirlas con la pasividad y la omisión y los pasmados tienen escasas posibilidades de éxito en estos tiempos. Vivimos en una época acelerada. Estamos con una sobredosis de anfetaminas. Tanta velocidad, tanta segmentación, tantos nichos, tantas oportunidades nos obligan a vivir en un mundo inseguro. El liderazgo es algo muy difícil de conseguir y mantenerlo se hace casi imposible. Somos muchos los que estamos golpeando la puerta para que nos dejen entrar a la fiesta de los exitosos. ¿Qué siempre ha sido así? ¿Que en esto no hay novedad? Mira denuevo. Las tecnologías, la masificación de los medios productivos y la globalización de los transportes han hecho que con muy poco se pueda competir con los que tienen mucho. La fila para entrar no se alarga sólo por algunas cuadras. Hay gente esperando entrar desde otras ciudades, otros países. Así como el empresario maduro está haciendo el esfuerzo, también está el estudiante recién egresado. Ambos tienen sus fortalezas y debilidades, pero lo importante es que todos tienen más oportunidades de ganar. Eso no pasaba muy a menudo hace 15 años atrás. Las fuerzas están mucho más equiparadas. El gran problema es que no hay mucho conocimiento del cual hacer mano. Ni con todos los recursos del mundo, ni con todos los graduados de Harvard podrás asegurarte el éxito (recuerda que ni Steve Jobs, ni Mark Zuckerberg terminaron sus estudios universitarios). El cambio es tan reciente, tan radical y avanza tan rápido que no existen estrategias validadas. Lo que sirve para un escenario, es totalmente inútil en otro muy similar. Las certezas raras veces existen y si llegan a aparecer, son efectivas sólo por breves momentos. No hay recetas. No hay fórmulas. Lo que hay es una nueva forma de ver los negocios, una nueva forma de conceptualizar la empresa, el producto y los servicios. Por sobre todo, el gran cambio está en la forma de entender lo que es una marca. En estos tiempos tan saturados no basta con el tradicional manejo de la imagen corporativa. No basta sólo con planes de marketing, un buen comercial de tv o con la compra de espacios en los medios. La publicidad tradicional es casi un commodity. El desafío va más allá. En un mundo tan saturado, cómo carajo hago para ser visible? Las reglas tradicionales ya no sirven. No es mi intención ponerme bíblico, pero si no quieres ver, no hay nada en lo que te pueda ayudar. Cuando hay señales claras y evidentes de cambio, porqué tratar de seguir con las mismas recetas. Los movimientos sociales no son algo reciente. Pero el nivel organizacional de estos pronunciamientos, si. Sospecho que algo tienen que ver las tecnologías, pero el nivel de convocatoria frente a causas (que no tienen que ser necesariamente grandes causas) es enorme. Y no se debe sólo a la capacidad de “enviarse mensajes” de manera más eficiente. Es algo mucho más potente, algo que pertenece a la esencia del nuevo ciudadano: su interés en pertenecer, perfeccionar, monitorear, vigilar y vigilar el mundo o el espacio en el que vive. Ahora que tengo el poder, no me vas a obligar a comer tu cereal. Tu comercial de televisión no me vas a convencer a limpiar mi ropa con tu detergente y menos me va a persuadir a complementarlo con tu suavizante. Ahora soy yo el que elijo y espero mucho más esfuerzo de tu parte para convencerme de gastar mi dinero en tu producto/servicio. Y Cuidado, en tu mercado hay decenas, cientos, miles o millones de marcas que están compitiendo por mí. Por cada 10 membresías que se re utilicen, reforestamos 1 árbol, cumpliendo nuestro desafío de reforestación de más de 10.000 nuevos árboles